fbpx

Las mujeres que pican (en la puerta) rara vez hacen historia

Llega la temporada de los resúmenes anuales, de los aprendizajes y de las tendencias de todo tipo. Tengo que reconocer que me da cierta pereza hablar de ello.

De algunas tendencias ya hablé en la pasada newsletter, aunque dudé mucho antes de hacerlo. En cuanto a los aprendizajes o resúmenes anuales… son puro chisme, pero aceptémoslo, nos encanta leerlos. Ver cómo le va al otro, aunque sólo cuente el lado bueno.

Tot i això, enguany he pensat a donar la meva opinió basada en la meva experiència. Això sí, els meus resums són meus, molt ben guardats. Intentaré explicar-me fins allà on, per a mi, hi hagi una línia vermella. Espero que s’entengui prou bé el context.

Sin embargo, este año he pensado en dar mi opinión basada en mi experiencia. Eso sí, mis resúmenes son muy bien guardados. Intentaré explicarme hasta donde, para mí, haya una línea roja.

La curación de contenidos: mucho más que diferenciarse

Para mí, la curación de contenidos no tiene, como objetivo final, simplemente diferenciar una marca. Va más allá: es una manera de comunicar. Curar contenidos significa poner en contexto, aportar conocimiento, evitar fake news y ayudar a entender mejor el mundo.

La curación de contenidos consiste en seleccionar, organizar y aportar contexto a información relevante en el exceso de datos donde vivimos. Para las marcas, esto genera autoridad y credibilidad, al tiempo que establece una conexión más profunda con el lector.

Esta idea es la que me mueve desde hace años, desde que empecé a curar contenidos de forma consciente. Creo que todos curamos contenidos más a menudo de lo que pensamos en nuestro día a día comunicativo, aunque no siempre seamos conscientes de ello.

Durante mucho tiempo, me ha costado explicar este trabajo y moverme en este modelo de comunicar y, al mismo tiempo, ganarme la vida. En mis inicios trabajé como community manager para varias marcas. Pero hace más de un año, después de un largo proceso, decidí abandonar esta etiqueta. Ahora me defino sólo como curadora de contenidos.ts.

Foto de lil artsy, pexels

¿Puedo aplicarlo en las redes sociales? Sí. Pero no soy community manager. Esto implica que a menudo tengo que contarme más, ya que no puedo resumir mi trabajo en una o dos palabras. Por eso una parte importante de mi labor es pedagógica: hacer entender qué es la curación de contenidos y por qué es tan valiosa.

Eso sí, durante todo este año ha habido una idea que no he dejado de tener en mente: quiero curar contenido que sea más profundo. Aceptamos que, en el mundo actual, existe poco margen para profundizar en los contenidos. No es una tendencia dominante (aunque más de uno querríamos, como Marina), pero parece que poco a poco volvemos a valorar las lecturas pausadas. Ahora sólo hace falta que los creadores y creadoras también encontremos el tiempo para crear con calma.

Según mis notas anuales, esta reflexión acaba siempre con la misma idea: «Y sobre todo pensando en qué me traiga dinero y clientes, aunque a veces pienso que la curación más profunda no sé si me los llevará, al menos a medio plazo.»

Mi experiencia: newsletters y la satisfacción del trabajo invisible

Me he centrado y he apostado, sobre todo este año, por las newsletters de contenido curado. Me lo paso muy bien buscando noticias, pensando en algo curioso a la vez que en lo que me pide el cliente, resumiendo y extrayendo las ideas clave y escribiendo una newsletter. En algunos casos me he quemado, como ese cliente que quiere una newsletter diaria, pronto por la mañana. Cliente soñado, que acaba rebajando necesidades y yo agradezco poder respirar.

Este año, mi trabajo se ha centrado principalmente en las newsletters curadas. Es un proceso que me apasiona: buscar noticias, seleccionarlas cuidadosamente, extraer las ideas clave y crear contenido que conecte.

Foto de Pinterest

He sonreído orgullosa cuando he visto comentarios en las redes de una cliente agradeciendo que hablara de un tema concreto o que diera a conocer una noticia. Es el trabajo invisible, aquel por el que no me quedo el agradecimiento directamente, pero que conozco y me satisface. Objetivo conseguido.

Y he tenido mil y una ideas. Que al final se resumen en una o dos. Lo veo cuando, utilizando chatGTP como almohada a quien explico mis dudas (¿prompts? No, yo le hablo como si fuera mi socio, le reflexiono y que él saque conclusiones). Le explico reflexiones de mil formas diferentes, y él siempre llega a la misma conclusión. De acuerdo, ChatGPT, mensaje recibido: ¡durante el 2025 te haré más caso!

Estas ideas, como no podría ser de otra forma, giran en torno a las newsletters. Cómo acercarlas más a ti, ofreciendo un precio asequible y con contenido de calidad.

Foto de Matheus Bertelli, Pexels

Y el futuro, ¿hacia dónde va?

Para seguir demostrando la importancia de la curación de contenidos.

Para hacer más caso a chatGTP y avanzar con Essencial News.

Para seguir escuchando la IA y plantear nuevos proyectos, como un curso o una guía sobre curación de contenidos.

Y, sin embargo, sé que no haré caso al gurú de turno ni al experto, ni siquiera al mismo ChatGPT cuando me diga cómo puedo darme a conocer. Me gusta ir a contracorriente. Y, de hecho, ya tengo alguna idea de cómo mostrar abiertamente una newsletter curada de sector.

Para reanudar ideas como el Trendscurate Studio, que dejé aparcado, pero con lo que confío. Un servicio para aplicar las tendencias en tu sector, ofreciéndote información, recursos e ideas concretas.

Para escribir una vez al mes estos ensayos. Leer a los que encuentro en Substack, de personas a las que admiro, y seguir pensando: de mayor quiero ser como ellas. Por qué sí, creo que el contenido largo será tendencia pronto (ya te lo he dicho que voy a contracorriente?)

Durante algún día del año, según mis notas, escribí: Como me ocurre a menudo, tengo la sensación de no haber hecho nada, de no haber avanzado. No sé si he avanzado, pero sí veo un camino para este 2025. Un foco. Una idea que me hace sonreír.

La curación como camino para avanzar

Me repito: la curación de contenidos no es sólo una herramienta de trabajo; es una forma de entender la comunicación y el mundo que nos rodea. Y me reafirmo. Quiero ofrecer contenidos relevantes en profundidad, a pesar de vivir en un entorno saturado de información rápida y superficial.

Mis experiencias con newsletters, clientes y herramientas como Substack me han permitido explorar nuevas vías y entender mejor lo que quiero hacer. La curación es pedagógica, diferenciadora y una forma de aportar valor real, tanto para las marcas como para las personas que me leen.

De cara al 2025, el camino está claro: profundizar en este propósito, seguir creando contenido que inspire y conecte, y apostar por proyectos que me permitan crecer como curadora y creadora.

A contracorriente. Feliz.

El título de la newsletter es una frase de Only murders in the building

Leave a reply

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.